El Salud aumenta la actividad quirúrgica a pesar de haber limitado las peonadas ( El Periódico de Aragón - 20/08/2012 )
Lo mejor este comentario taruguil, hago un corta y pega:
Por Fer:
Las peonadas son una autentica verguenza. Desaparicion de congresos patrocinados por laboratorios y productividad “como si trabajasen en la privada"..... Ademas de cumplir con el horario..... Visitadores medicos las sábados.... Fuera del horario laboral..... Etc
Digo yo que que tendrá que ver el tocino con la velocidad...
En mi opinion creo que a los MIR nos beneficiaría la supresión de las peonadas con el consiguiente contrato de profesionales recién formados (nuevos adjuntos) para realizar el trabajo necesario para mantener unas listas de espera asumibles.
¿Lógico no?...
lunes, 20 de agosto de 2012
martes, 14 de agosto de 2012
ADIOS A LA TORTILLA DE PATATA
Hecho curioso y pintoresco. Los recortes llegan hasta a los desayunos del médico de guardia... ahora el gerente ha metido la tijera a.... LA TORTILLA DE PATATA! Es un artículo de lujo y se debe suprimir, solo galletas y leche.
Algunos diran... que se vaya a su casa a desayunar, y yo digo, si me obligan a quedarme 24 horas que me den al menos tres comidas al día DIGNAS y no el rancho de carcel que dan en algunos hospitales. Otra opcion y que nos vayamos a casa a desayunar, comer y cenar y mientras tanto que cuide de los pacientes Rita la cantaora....
Enfin, continuará....
Algunos diran... que se vaya a su casa a desayunar, y yo digo, si me obligan a quedarme 24 horas que me den al menos tres comidas al día DIGNAS y no el rancho de carcel que dan en algunos hospitales. Otra opcion y que nos vayamos a casa a desayunar, comer y cenar y mientras tanto que cuide de los pacientes Rita la cantaora....
Enfin, continuará....
martes, 7 de agosto de 2012
La eventualidad de los postMIR cada vez dura más
Extraido de Redacción Médica:
Los médicos internos residentes que han acabado su periodo de formación este año tienen como mínimo 27 años. La edad a la que finalizan depende, entre otros motivos, de los años que dure la especialidad en la que se estén formando. Los más mayores son los postMIR que empezaron en 2007 su especialización en Urología, Cardiología, todas las Cirugías, Medicina Intensiva o Medicina Interna, que han empleado, aparte de los seis años de carrera, otros cinco para formarse en estas disciplinas.
Se calcula que los médicos egresados de la formación sanitaria especializada en mayo son un total de 6.112, los que empezaron su residencia hace varios años. Sin embargo, no se conoce la cifra de cuántos han abandonado durante su periodo formativo, aunque sí se sabe que es en torno al 7 por ciento. Basándonos en estas cifras aportadas por Vicente Matas, del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada, este año finalizarían su residencia 347 médicos más que en 2011, cuando terminaron 5.765.
Condiciones laborales:
Los que encuentran trabajo, ¿en qué condiciones?, ¿están satisfechos los jóvenes médicos con su empleo? Esta publicación ha sondeado la opinión de residentes que han acabado su formación para intentar dar respuesta a estas preguntas.
La mayoría asegura estar conforme con el trabajo que han encontrado, sobre todo, “porque estamos en una situación económica y social difícil”, asegura un postMIR de la especialidad de Dermatología, quien se considera afortunado por poder trabajar, “algo que es difícil para compañeros de otras especialidades u otras profesiones”. Sin embargo, el mismo médico se lamenta de que tras 15 años de formación, la sanidad pública no haya sido capaz de ofrecerle un empleo estable para poder desarrollarse. Y es que, este dermatólogo trabaja con un contrato eventual en la pública, cubriendo una baja, y luego en la privada, como autónomo.
La eventualidad es el contrato habitual entre los postMIR, con el que empieza cualquier médico joven, y lo asumen, aunque no están conformes con la duración, que puede ser de meses o semanas en la pública. En el caso de un joven hematólogo encuestado, quien desde el principio deja claro que no está contento con su trabajo, su contrato es para cubrir guardias de verano del 1 de julio al 31 de agosto, y posteriormente, para una baja maternal.
Al contrario que el hematólogo, una postMIR de Neumología de la Jiménez Díaz asegura que está “encantada” con su trabajo en la planta de hospitalización y como apoyo en la UCI de respiratorio. Trabaja “muchísimo” pero está “contenta”, a pesar de que su futuro es incierto, ya que tiene un contrato de seis meses y después “ya se verá”, comenta.
En la sanidad privada, en general lo que les espera son contratos de autónomos. Según José María Lailla, muchos residentes en la actualidad adoptan la decisión de integrarse en la medicina privada, participando en equipos más o menos numerosos que atienden pacientes de la privada y de mutualidades. Pero no es igual para todos los especialistas. Los dermatólogos, cirujanos plásticos u oftalmólogos son los que más salidas tendrían en este sistema. Sin embargo, el dermatólogo encuestado asegura que al decantarse por la especialidad no pensó en el “tipo de trabajo”, sino que asumió “que en algo iba a trabajar, mejor o peor, más cerca o más lejos”.
La privada también es una salida para los médicos extranjeros y es debido a que sin Documento Nacional de Identidad no se puede trabajar en la mayoría de los hospitales públicos, según ha comentado una joven oftalmóloga, quien está en paro y, sin embargo, comenzará a trabajar en una clínica privada en breve como autónomo. Aunque confiesa que está conforme con su futuro empleo, lamenta que “habiendo hecho la residencia en uno de los mejores hospitales de Oftalmología”, habría algo mejor esperándola.
Los médicos internos residentes que han acabado su periodo de formación este año tienen como mínimo 27 años. La edad a la que finalizan depende, entre otros motivos, de los años que dure la especialidad en la que se estén formando. Los más mayores son los postMIR que empezaron en 2007 su especialización en Urología, Cardiología, todas las Cirugías, Medicina Intensiva o Medicina Interna, que han empleado, aparte de los seis años de carrera, otros cinco para formarse en estas disciplinas.
Se calcula que los médicos egresados de la formación sanitaria especializada en mayo son un total de 6.112, los que empezaron su residencia hace varios años. Sin embargo, no se conoce la cifra de cuántos han abandonado durante su periodo formativo, aunque sí se sabe que es en torno al 7 por ciento. Basándonos en estas cifras aportadas por Vicente Matas, del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada, este año finalizarían su residencia 347 médicos más que en 2011, cuando terminaron 5.765.
Condiciones laborales:
Los que encuentran trabajo, ¿en qué condiciones?, ¿están satisfechos los jóvenes médicos con su empleo? Esta publicación ha sondeado la opinión de residentes que han acabado su formación para intentar dar respuesta a estas preguntas.
La mayoría asegura estar conforme con el trabajo que han encontrado, sobre todo, “porque estamos en una situación económica y social difícil”, asegura un postMIR de la especialidad de Dermatología, quien se considera afortunado por poder trabajar, “algo que es difícil para compañeros de otras especialidades u otras profesiones”. Sin embargo, el mismo médico se lamenta de que tras 15 años de formación, la sanidad pública no haya sido capaz de ofrecerle un empleo estable para poder desarrollarse. Y es que, este dermatólogo trabaja con un contrato eventual en la pública, cubriendo una baja, y luego en la privada, como autónomo.
La eventualidad es el contrato habitual entre los postMIR, con el que empieza cualquier médico joven, y lo asumen, aunque no están conformes con la duración, que puede ser de meses o semanas en la pública. En el caso de un joven hematólogo encuestado, quien desde el principio deja claro que no está contento con su trabajo, su contrato es para cubrir guardias de verano del 1 de julio al 31 de agosto, y posteriormente, para una baja maternal.
Al contrario que el hematólogo, una postMIR de Neumología de la Jiménez Díaz asegura que está “encantada” con su trabajo en la planta de hospitalización y como apoyo en la UCI de respiratorio. Trabaja “muchísimo” pero está “contenta”, a pesar de que su futuro es incierto, ya que tiene un contrato de seis meses y después “ya se verá”, comenta.
En la sanidad privada, en general lo que les espera son contratos de autónomos. Según José María Lailla, muchos residentes en la actualidad adoptan la decisión de integrarse en la medicina privada, participando en equipos más o menos numerosos que atienden pacientes de la privada y de mutualidades. Pero no es igual para todos los especialistas. Los dermatólogos, cirujanos plásticos u oftalmólogos son los que más salidas tendrían en este sistema. Sin embargo, el dermatólogo encuestado asegura que al decantarse por la especialidad no pensó en el “tipo de trabajo”, sino que asumió “que en algo iba a trabajar, mejor o peor, más cerca o más lejos”.
La privada también es una salida para los médicos extranjeros y es debido a que sin Documento Nacional de Identidad no se puede trabajar en la mayoría de los hospitales públicos, según ha comentado una joven oftalmóloga, quien está en paro y, sin embargo, comenzará a trabajar en una clínica privada en breve como autónomo. Aunque confiesa que está conforme con su futuro empleo, lamenta que “habiendo hecho la residencia en uno de los mejores hospitales de Oftalmología”, habría algo mejor esperándola.
El éxodo de médicos y enfermeras se duplica por los recortes sanitarios
La crisis y los recortes en sanidad están expulsando del sistema a profesionales muy cualificados en cuya formación la sociedad ha invertido millones de euros. Médicos y enfermeras cuya salida laboral consiste, y eso si tienen suerte, en contratos que se renuevan mes a mes y remotas posibilidades de obtener un puesto que no sea precario. Ante tal panorama, muchos deciden emigrar.
La Organización Médica Colegial, la entidad que agrupa a todos los colegios de España, ha emitido 948 certificados de idoneidad en los primeros seis meses de este año. Este documento es necesario para trabajar en la Unión Europea y, a falta de datos del Ministerio de Sanidad —que afirma no disponer de ellos—, un termómetro para medir la fuga de facultativos. A juzgar por las cifras, no deja de aumentar: en 2011 se expidieron 1.435 certificados y en 2010, 1.248. Suponen solo una parte de los emigrantes, ya que este documento no es necesario en países fuera de Europa. Lo mismo ocurre con los enfermeros: en 2010 se fueron como mínimo 675 mientras que en 2011 hicieron las maletas 914. Este año ya se han marchado casi 400.
En paralelo al éxodo —que se asemeja al de los años 1990 cuando miles de profesionales hicieron las maletas para viajar a Reino Unido o Portugal— se observa otro fenómeno. El paro entre médicos y enfermeras, colectivos poco acostumbrados a tener que recurrir al Inem, está subiendo. Tanto que se ha más que doblado en el último año y medio, con un acelerón en este primer semestre de 2012. Hay 13.400 enfermeros registrados como parados en los servicios públicos de empleo; a finales de 2010 eran 6.400. No era el caso de Sotoca y López, que estos días descansan en un pequeño pueblo de Ponferrada antes de empezar el curso intensivo de sueco que les paga el hospital (cuatro meses, con beca de 700 euros al mes). Él llevaba tres años firmando contratos eventuales en hospitales comarcales de Castilla-La Mancha —últimamente solo de un mes—; ella pudo firmar una vacante.
Muchos médicos jóvenes les considerarían afortunados. “Los residentes que han terminado en mayo se han encontrado con que su salida es hacer guardias o ir a engrosar las listas del paro”, se lamenta el vicepresidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (Cesm), Tomás Toranzo. “Estamos preocupados porque esto no ha hecho más que empezar. Que tengan que marcharse con lo que se ha invertido en ellos es un despilfarro de recursos. Nos estamos descapitalizando de profesionales muy cualificados”, añade. Los estudios que maneja el Cesm afirman que formar a cada especialista cuesta unos 200.000 euros.
La Organización Médica Colegial, la entidad que agrupa a todos los colegios de España, ha emitido 948 certificados de idoneidad en los primeros seis meses de este año. Este documento es necesario para trabajar en la Unión Europea y, a falta de datos del Ministerio de Sanidad —que afirma no disponer de ellos—, un termómetro para medir la fuga de facultativos. A juzgar por las cifras, no deja de aumentar: en 2011 se expidieron 1.435 certificados y en 2010, 1.248. Suponen solo una parte de los emigrantes, ya que este documento no es necesario en países fuera de Europa. Lo mismo ocurre con los enfermeros: en 2010 se fueron como mínimo 675 mientras que en 2011 hicieron las maletas 914. Este año ya se han marchado casi 400.
En paralelo al éxodo —que se asemeja al de los años 1990 cuando miles de profesionales hicieron las maletas para viajar a Reino Unido o Portugal— se observa otro fenómeno. El paro entre médicos y enfermeras, colectivos poco acostumbrados a tener que recurrir al Inem, está subiendo. Tanto que se ha más que doblado en el último año y medio, con un acelerón en este primer semestre de 2012. Hay 13.400 enfermeros registrados como parados en los servicios públicos de empleo; a finales de 2010 eran 6.400. No era el caso de Sotoca y López, que estos días descansan en un pequeño pueblo de Ponferrada antes de empezar el curso intensivo de sueco que les paga el hospital (cuatro meses, con beca de 700 euros al mes). Él llevaba tres años firmando contratos eventuales en hospitales comarcales de Castilla-La Mancha —últimamente solo de un mes—; ella pudo firmar una vacante.
Muchos médicos jóvenes les considerarían afortunados. “Los residentes que han terminado en mayo se han encontrado con que su salida es hacer guardias o ir a engrosar las listas del paro”, se lamenta el vicepresidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (Cesm), Tomás Toranzo. “Estamos preocupados porque esto no ha hecho más que empezar. Que tengan que marcharse con lo que se ha invertido en ellos es un despilfarro de recursos. Nos estamos descapitalizando de profesionales muy cualificados”, añade. Los estudios que maneja el Cesm afirman que formar a cada especialista cuesta unos 200.000 euros.
lunes, 6 de agosto de 2012
DE NUEVO ACTIVOS
Tran un triste parón queremos anunciaros que volvemos a estar activos.
Intentaremos publicar con la mayor frecuencia posible y gestionar vuestras dudas, problemas y sugerencias.
Un abrazo y un saludo a todos
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